Hay un vacío tan grande que supera cualquier distancia, nos vuelve desconocidos, ausentes que invocan al silencio. Es probable que la distracción este ahí para consolarnos y ocultarnos de algunos eventos, me pregunto si eso nos volverá cobardes o valientes; el tiempo decidirá. Mientras tanto seguiremos buscando respuestas, buscándonos a nosotros y quizás encontremos la verdad escondida debajo de nuestros propios escombros, aquellos cimientos que demolimos con excusas y que ahora llamamos crisis después de decirle amor.
Ahora no sabemos que hacer con la costumbre, es probable que terminemos guardándola en algún recuerdo y recurramos a ella cuando visitemos aquellos lugares que frecuentábamos o nos tropecemos con viejas fotografías en nuestra galería, quizá en algún momento se escape y se disfrace de un "te extraño" que nos hará sentir solos o reconfortados al mostrarnos el cambio y las circunstancias en las que ahora vivimos, haciendo que caigamos en la relatividad de ese dicho popular que dice que "el tiempo es el que da la razón"; y si realmente nos la da, tendremos la certeza de que dejaremos de ser tan crueles con nosotros mismos para no convertirnos en la soledad.
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