noviembre 26, 2023

Catarsis

Mientras elimino las fotografías, Franco de Vita en la radio me recuerda que: "Claro que se perder, no será la ultima vez. Hoy te vas tu, mañana me iré yo".


Siempre hiciste lo contrario de lo que me solías decir, y quizá no fui un motivo tan grande como para cumplir, por eso mi cabeza dejo de preguntarse "¿que fue de ese amor?". Estas en el lugar donde deseabas estar pese a todo; aun sigues con la misma gente de la que decías que te alejarías y pese al daño, lo único que deseo es que seas feliz, tanto como lo hayas deseado el día en que tomaste la decisión de irte y escapar de esta prisión. 

Hace años atrás se quedo en mi cabeza grabada una frase que decía "aunque nos traten como locos", yo no pienso justificar esa locura por la que tanto me señalabas, esta vez he decido no faltarme en estos tiempos tan caóticos y soltar tus manos ausentes a las que tanto me he aferrado últimamente. Estoy intentando hacer lo mismo que tu y estoy fallando, se no nota en mi cuerpo, manos y en las hendiduras de mi rostro, las mismas que me recuerdan que siempre te elegí a ti por encima de mi, lección aprendida.

Yo nunca fui tan fuerte como solían pensar los demás, pese a mi apariencia y a las tormentas que tuve que navegar las cuales terminaban doblegándome ante la sensibilidad, que pecado para un hombre como yo del que esperan mucho, pero lo sigo intentado y algún día espero ser como tu o como los otros, que en su momento decidieron irse sin mirar atrás, pero esta vez sin obviar esas cosas que pudieran causar tanta tristezas. 

Claro que se perder, me lo repito una y otra vez.

septiembre 28, 2023

Cuando nos volvemos intangibles

Hay un vacío tan grande que supera cualquier distancia, nos vuelve desconocidos, ausentes que invocan al silencio. Es probable que la distracción este ahí para consolarnos y ocultarnos de algunos eventos, me pregunto si eso nos volverá cobardes o valientes; el tiempo decidirá. Mientras tanto seguiremos buscando respuestas, buscándonos a nosotros y quizás encontremos la verdad escondida debajo de nuestros propios escombros, aquellos cimientos que demolimos con excusas y que ahora llamamos crisis después de decirle amor. 

Ahora no sabemos que hacer con la costumbre, es probable que terminemos guardándola en algún recuerdo y recurramos a ella cuando visitemos aquellos lugares que frecuentábamos o nos tropecemos con viejas fotografías en nuestra galería, quizá en algún momento se escape y se disfrace de un "te extraño" que nos hará sentir solos o reconfortados al mostrarnos el cambio y las circunstancias en las que ahora vivimos, haciendo que caigamos en la relatividad de ese dicho popular que dice que "el tiempo es el que da la razón"; y si realmente nos la da, tendremos la certeza de que dejaremos de ser tan crueles con nosotros mismos para no convertirnos en la soledad.